10 plantas suculentas que les gusta la sombra


Las suculentas son plantas sorprendentes y llamativas que por su porte escultural pueden ser piezas centrales de un jardín tolerante a la sequía. Las plantas crasas son capaces de retener agua gracias a sus hojas gruesas y carnosas, y eso les permite soportar más tiempo entre riegos que otras plantas. La mayoría de las suculentas prefieren la luz solar, crecen mejor y florecen si reciben los rayos del sol directamente. Sin embargo, también hay plantas suculentas de sombra que crecen bien en un lugar de sombra brillante, donde no llega la luz solar directa. Pero ojo, esto no significa que las puedas poner en el lugar más oscuro de tu casa, crecen bien en sitios donde no hay sol directo, pero necesitan luz para sobrevivir.

Sanseveria trifasciata  © Pixabay

1. Sansevieria trifasciata

Las Sansevierias son de las plantas más resistentes que puedes encontrar. Ya sea en interiores, en el jardín o en el balcón, con sus hojas puntiagudas pueden soportar casi cualquier circunstancia. No son plantas del gusto de todos, por su aspecto rígido y afilado, pero su porte es ideal para jardines de estilo moderno e interiores vanguardistas

Existen muchas variedades de Sansevieria que se pueden cultivar tanto en macetas como en el suelo del jardín. Pueden soportar climas tórridos, casi desérticos, siempre que se protejan del sol fuerte.  Existen variedades altas o bajas, con hojas redondas, planas o cóncavas, y tonalidades salpicadas de verdes claros, oscuros, plateado, amarillo o blanco. 

La Sansevieria se riega cada 2-6 semanas, dependiendo de la temperatura, los niveles de luz y la humedad del lugar. Prefieren la luz media, sombra en lugares calurosos, y pueden estar al sol en climas más frescos. Son plantas versátiles que soportan el aire seco o viciado en nuestros hogares y oficinas, pero también les irá bien en un baño, donde la humedad suele ser alta.

Aeonium tabulaeforme @ worldofsucculents

2. Aeonium tabulaeforme

Los Aeonium, en general, son plantas suculentas muy llamativas por sus hojas en forma de roseta. El Aeonium tabuleiforme es uno de los más bonitos, con un interesante follaje compacto, casi plano y hojas dispuestas siguiendo una espiral de Fibonacci

El tabuliforme es uno de los Aeonium más sensibles al frío, crece increíblemente bien en el exterior, pero necesita protección con temperaturas inferiores a 4 ° C. Al plantar este Aeonium, es mejor inclinarlo ligeramente para que el agua pueda salir libremente de la corona y no encharque el centro de la planta que podría pudrirse. También se puede plantar en vertical, entre rocas o grietas de un muro. 

Aeonium kiwi Pinterest

3. Aeonium "kiwi"

Las suculentas coloridas son las favoritas de casi todos los aficionados a estas plantas. El Aeonium "kiwi" es una pequeña crasa de hojas verdes con un toque de color brillante en los bordes. "Kiwi" es un híbrido de la especie Aeonium hawortii, una variedad algo más delicada que sus compañeros de género, pero de las más llamativas.

El Aeonium "Kiwi" tiene forma de roseta, con hojas suculentas que almacenan agua. Son plantas crasas de crecimiento lento que no suelen superar los 30 cm de alto y 30 cm de ancho. Resultan perfectas para contenedores medianos y jardines de rocalla.

Estos pequeños aeoniums prefieren crecer a la sombra, tanto si están en recipientes como si se plantan en el suelo del jardín. Hay que tener en cuenta que son poco resistentes al frío y puede que en invierno sea mejor protegerlas dentro de casa.
Gasteria gracilis © worldofsucculents.com/

4. Gasteria gracilis

Gasteria es un género de suculentas con forma similiar al Aloe. El género es nativo de Sudáfrica, donde crece en condiciones sombreadas en suelos con excelente drenaje. La planta tolera condiciones de luz más bajas que la mayoría de otras suculentas conocidas, lo que las hace muy buenas plantas de interior. Dependiendo de la especie, las hojas de Gasteria suelen tener relieves y coloraciones muy interesantes.

Dentro de casa, la Gasteria se debe ubicar en un lugar con luz brillante pero no con luz solar directa. Cuando se cultiva en el jardín, el suelo debe ser algo arenoso y bien drenado, lo que evitará la pudrición de la raíz. Al exterior deben tener luz brillante sin sol directo. La luz solar filtrada debajo de grandes árboles es ideal. 

Las gasterias, como la mayoría de las suculentas, requiere poca agua o fertilizante. Bastará con fertlizarlas una vez al año, en primavera (tanto las plantas de interior como las del jardín). Las plantas en macetas de interior pueden llevarse al exterior durante el verano, siempre que se coloquen en zonas sombreadas.


Crassula ovata "Gollum" © Guía de Jardín

5. Crassula ovata "Gollum"

La Crassula ovata "Gollum" pertenece a la familia de las populares "planta de jade". La Gollum es muy fácil de conseguir, ya que se reproduce con mucha facilidad a partir de un pequeño esqueje. La planta crece y se multiplica fácilmente en un lugar soleado, pero preferirá la sombra si el clima es muy cálido. También puede cultivarse dentro de casa, frente a una ventana muy luminosa.

Los cuidados de esta Crassula son simples: un sustrato que tenga buen drenaje, riego escaso dejando que la tierra se seque por completo y un poco de abono para suculentas una vez al año en primavera.

Haworthia © Pixabay

6. Hawortia 

Las hawortias, con sus hojas puntiagudas llenas de manchitas blancas. Por estas llamativas motas nacaradas también se la llama cactus cebra, planta de perla o planta de estrella. Sus cuidados son muy sencillos. De hecho, es una de las suculentas más fáciles de cuidar.

Para cuidar bien una Hawortia debes asegurarle un suelo con buen drenaje y vigilar no regar en exceso. Esta planta necesita ser regada cuando su suelo está completamente seco y sus hojas comienzan a rizarse (cada dos o tres semanas, dependiendo del clima). En el invierno, necesitan menos agua, por lo que básicamente puede olvidarse de ellas.

Coloca la planta en un lugar con luz brillante pero lejos de los rallos del sol que pueden chamuscar con rapidez las bonitas puntas rizadas de sus hojas. También se puede cultivar dentro de casa, cerca de una ventana muy luminosa.

Crassula ovata © Pixabay

7. Arbol de jade (Crassula ovata)


A muchas personas le gusta cultivar la planta de jade en su hogar o en la oficina porque está considerada la planta de la buena suerte. Es una de las plantas más fáciles de cuidar en casa. Los factores más importantes a considerar en el cultivo del árbol de jade riego, luz, temperatura y fertilizantes.

Una de las cosas que más influyen en el correcto desarrollo de estas plantas es que estén bien regadas. Nunca permitas que tu árbol de jade se seque por completo. Pero tampoco te excedas en la frecuencia de riego, ya que podría causar la pudrición de la raíz. No te marques un calendario estricto como regar cada dos o tres semanas. Riega la planta de jade cuando la parte superior del suelo esté seca al tacto. Si observaras que a la planta le caen hojas o aparecen manchas en ellas, es probable que sea por falta de agua. En ese caso, riega algo más a menudo.

En lo referente a la luz, la planta jade necesitan algo de sol para crecer adecuadamente, pero no tanta como se suele leer por ahí. Es cierto que si no tienen pleno sol los tallos pueden estirarse y crecer desgarbadas. Pero ésto, que puede ser conveniente en climas frescos o durante la primavera en lugares cálidos, puede ser contraproducente en pleno verano. 


Euphorbia ritchei © wikimedia

8. Euphorbia ritchiei

Esta pequeña y original planta suculenta también recibe el nombre de Monadenium ritchiei y procede de Kenia. Es una planta atractiva para ambientes cálidos y secos que produce pequeñas flores de color rosa. Crece con forma columnar emitiendo pequeñas protuberancias redondeadas en el tallo, llamadas tubérculos, que se disponen en espiral. 

Durante la temporada de crecimiento se forman algunas hojas en el extremo de los tallos, pero caen conforme la planta entra en reposo. Las flores rosadas de la Euphorbia ritchiei se llaman "cyathia" y aparecen en las puntas del tallo a fines del verano u otoño. Se propaga por brotes subterráneos.

Los tallos de esta Euphorbia enrojecen a pleno sol. Aunque el color le da un aspecto a la planta, en realidad es un síntoma de estrés, ya que no tolera el sol directo durante mucho tiempo. Para cuidar bien esta planta es mejor que la cultives en una sombra muy luminosa con suelo bien drenado regando solo cuando el sustrato esté seco.

Hawortia cymbiformis © roraimanursery

9. Hawortia cymbiformis

La cualidad más llamativa de esta planta crasa es el color de sus hojas, de un tono verde pálido con puntas translúcidas para que entre más luz en ellas. Son plantas muy carnosas que retienen mucha agua, lo que les permite pasar largas temporadas sin riego.

En su entorno natural, a la Hawortia cymbiformis le gusta una situación a semi sombra o con sol filtrado. En el jardín le irá bien un lugar donde reciba el sol de la mañana, pero sombra por la tarde. Como planta de interior, esta suculenta prefiere la luz solar indirecta.

La Hawortia no tolera temperatura muy bajas en invierno pero son ideales como plantas de interior. El riego debe ser escaso, bastará con regar cuando el sustrato se seque. El exceso de agua será muy perjudicial.

Cactus de Navidad © Pixabay

10. Cactus de Navidad (Schlumbergera)

Los cactus navideños son las plantas suculentas favoritas de muchos, y razones no faltan. Cuando florecen, producen coloridas flores tubulares en colores rosa o lila. Sus bonitas flores, su largo tiempo de floración y sus fácil cuidado los convierten en una planta maravillosa.

A diferencia de muchos otros cactus, los cactus navideños no proceden de ambientes áridos. En la naturaleza son plantas epifitas que viven en las ramas de los árboles de las selvas tropicales de Brasil. Por ello prefieren un clima húmedo, no seco, y es importante regar estos cactus con más frecuencia que la mayoría de las suculentas. 

El cactus de Navidad se cultiva muy bien en tiestos con sus imprescindibles agujeros de drenaje. Se deben mantener en un lugar con luz brillante, pero indirecta, con temperaturas entre 18ºC y 21ºC. En verano se pueden llevar al exterior, a la sombra, hasta que las temperaturas vuelvan a refrescar. Recuerda que el sustrato debe mantenerse ligeramente húmedo.

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